
Pedro tuvo la oportunidad de caminar sobre las aguas, pero se hundió y quizás estés diciendo en este momento “Señor yo quiero seguirte, quiero cruzar al otro lado pero me hundí y siento que no tengo la fe suficiente para levantarme de nuevo y seguirte porque te he fallado”.
Así mismo me sentí yo cuando el silencio de Dios me hacia esperar por su respuesta. Cuando la soledad y la tristeza me abrumaban y no entendía porque no me respondía. Es el peor silencio que se puede sentir. Sin embargo, Dios nunca deja de escucharnos y en su silencio esta trabajando, esta preparando terreno para lo que viene.
El Señor nos ama más de lo que nosotros podríamos amarlo porque Él nos amo primero. 1 Juan 4:19. Así que intenta una vez más caminar sobre las aguas porque el que te llama es el Hijo de Dios, el que te llama es aquel que declara y dice que se hará. Que aunque no lo veas todavía ya esta cumplido. Sus promesas se cumplirán.
La firmeza, la fe y la fidelidad es la que nos lleva al otro lado. Es mi decisión decirle a Dios “sí, voy contigo al otro lado”. El mismo Dios estará cruzando contigo. Y no es solo que me lleve al otro lado es ¿porqué me esta llevando? Hay un propósito sobre nuestra vida y Él nos esta llevando al otro lado para que hagamos nuestra su promesa. Josué 3:5-6
Dios va a preparar el terreno y tu vas a caminar por el en seco. Dios te llama a obedecer no a saber como cruzar al otro lado, porque eso le toca a El. Créeme, Dios va a abrir el espacio para que tu puedas cruzar. Josué 3:15-17
Cuando nos movemos con la presencia de Dios, es ahí cuando llegan los milagros. Llego el momento de creer porque Dios esta a punto de abrir el Jordán para ti.