
7 principios básicos que te ayudarán a discernir la diferencia
1. La voz de Dios te convencerá pero con amor, mientras que la voz del enemigo traerá culpa y condenación.
2. La voz de Dios te animará y tranquilizará, mientras que la voz del enemigo desanimará y atemorizará.
3. La voz de Dios te dirigirá, guiará y tranquilizará. El enemigo empujará y se precipitará.
4. La voz de Dios nos calmará. El enemigo nos obsesionará y nos preocupará.
5. La voz de Dios te traerá consuelo. La voz del enemigo traerá caos e implicación.
6. La voz de Dios te traerá claridad y confirmación. La voz del enemigo trae confusión.
7. La voz de Dios te acercará a Cristo. La voz del enemigo trae espíritus controladores.
10 obstáculos que no te dejan escuchar la voz de Dios
1. Queja– Cuando nos quejamos con Dios por todo lo que sale mal en nuestra vida.
2. Resentimiento– Sin un corazón reconciliado, es difícil escuchar la voz de Dios.
3. Envidia– Ese ruido de silencio que no puede ver los dones y talentos que Dios nos ha dado
4. Miedo- Nos impide confiar en Dios. Cuando incluso piensa que no se preocupa por nosotros.
5. Preocupaciones– Absorben nuestra atención y crean malestar.
6. Debilidad– Pensamos que nuestra oración no está funcionando y decidimos abandonarla por completo.
7. Vanidad- Nos ajustamos a la frivolidad del mundo y permanecemos en la superficie de nuestras vidas.
8. Mediocridad – Nos acostumbramos a nuestros pecados y progresamos poco o nada en nuestra vida espiritual.
9. Nuestro Pasado– El recuerdo de nuestros pecados nos hace sentir culpables y nos sentimos indignos de tener una relación con Dios.
10. Fantasias– Una imaginación que nos distrae puede impedirnos escuchar la voz de Dios.